Novia enfadada

¡En el día más feliz e importante de su vida, el novio se negó a casarse con la chica que tanto amaba, huyó de la boda y la abandonó el registro civil! ¿Pero qué lo llevó a hacer esto?

Esta historia nos la contó Igor, un chico de 31 años que iba a casarse y vivir felizmente con su amada novia, pero al final todo se torció de manera inesperada.

Antecedentes

“Cuando conocí a Ksyusha, los dos aún estudiábamos en la universidad en el mismo grupo. Al principio sólo estábamos conversando pero con el tiempo se convirtió en algo más profundo. Pasábamos muchos ratos juntos, estábamos seguros de que nos habíamos encontrado el uno al otro y nos quedaríamos juntos hasta el final de nuestros días. Me consideraba la persona más feliz de la Tierra. Al pasar un año más, nos graduamos de la universidad y nos mudamos al apartamento que me dejaron mis padres. Llegado el gran momento le propuse a Ksyusha casarnos para asegurar la relación. Yo estaba seguro de que tras poner el sello en nuestros pasaportes, ya nada nos podría separar.» – Nos narra Igor con notable nostalgia en su rostro. Continúa…

«Empezamos a preparar la boda. Estos cuatro meses me puse a trabajar mucho más para pagar una celebración digna de mi prometida. A la vez no podía ya prestarle tanta atención como antes y Ksyusha se ofendía mucho conmigo por ello. Pero ya cuando quedaba apenas una semana hasta el día la boda, me tomé unas vacaciones para estar más en casa.» – Su expresión comienza a cambiar a partir de aquí.

Novia enfadada porque el novio huyó de la boda
Ksyusha todavía sigue dolida por el desenlace de esta historia

La crónica del desastre

«Un día de esos me despedí de Ksyusha que se marchó a un salón de belleza para ponerse guapa para la boda, o es lo que me dijo entonces. Me tumbé en la cama y me enganché a Internet. De repente sonó el teléfono. Pero no el mío, sino el de Ksyusha, que se lo olvidó antes de irse. Sin ningún remordimiento acepté la llamada de un número desconocido para mí, y al otro lado escuché la voz de un hombre. “Ksyusha, ¿dónde estás?” Me quedé un poco confundido y contesté que no era ella, sino su prometido. El tipo se disculpó y colgó el teléfono. Me quedé muy extrañado.»

«No podía entender por qué algún hombre llama al teléfono personal de Ksyusha. A lo mejor era su compañero de trabajo o el jefe, me tranquilicé un poco al pensar eso. Aunque confiaba totalmente en Ksyusha, decidí comprobar qué pone en sus perfiles en las redes sociales.» – Babushka se dio cuenta de que en este momento la cara de Igor comienza a inclinarse hacia la devastación.

Caos

«De lo que se me encontré en la pantalla del teléfono, me empezaron a temblar las manos. Entre sus mensajes privados vi un chat con un tal Andrey que conoció hace un par de meses. Fue justo en el momento en que me sumergí en el trabajo. Entre los mensajes también vi que le mandaba sus fotos para nada inocentes – con muy poca ropa y en posturas provocativas. La cabeza me daba vueltas, no podía creer que mi Ksyusha me estaba haciendo esto. Vi que le escribió a Andrei sobre mí. Le comentaba que sólo se quedaba en la relación conmigo por mi apartamento, nada más de esto. Después de lo que he visto decidí que no quería tener nada en común con Ksyusha. También pensé en prepararle una «sorpresa». Cuando Ksyusha volvió a casa, fingí que no sabía nada de lo que vi y seguí esperando nuestra boda.» – Proseguía Igor, dando muecas de estar gestando una retorcida venganza.

En el día de la verdad…

«Llegó el gran día. Fuimos al Registro Civil, allí todos nuestros amigos y familiares ya nos estaban esperando dentro. En sus rostros se leía la alegría que sentían por nosotros. Y por fin, vino el momento para Ksyusha y yo de ponernos frente al registrador de matrimonios. Primero le preguntó a ella si estaba de acuerdo en aceptarme como su marido. Ella respondió «Sí, estoy de acuerdo». Luego me hicieron a mí una pregunta similar. Y respondí «No», me di la vuelta y salí de la sala.» – En efecto, el novio huyó de la boda.

«Todos los invitados y los trabajadores del Registro Civil se quedaron en shock, se les veía en sus caras. Nadie entendía qué estaba pasando ni por qué el novio huyó de la boda. Mientras yo volví a casa, recogí todas las cosas de Ksyusha y las saqué del piso. Tras este momento decidí olvidarme de ella para siempre. Más tardé se lo expliqué todos a mis padres. Han concluido esta actuación fue muy dura. Puede que sea así, pero ya me da igual.» – Terminaba de narrar Igor con rostro de plena satisfacción por su gesta.

Lo único en lo que piensa Babushka es en todo el dinero que se ha perdido en esta celebración no llevada a cabo. Teniendo en cuenta que lo paga en mayor parte el novio, es evidente que él ha perdido más. Babushka ha intentado obtener la dirección de su domicilio para presentarse allí y propinarle un tirón de orejas como escarmiento pero Igor, asustado, cortó repentinamente la comunicación. Él se ha librado de acabar como Andrey en su historia, que tampoco tuvo un final muy feliz…