Babushka es más que una palabra, es todo un himno. Si estás mínimamente familiarizado con algo de la cultura rusa o de Europa del este, tal vez ya sepas lo que significa. Su traducción literal es «abuela». ¿Pero por qué babushka cuenta historias en este website y no otro tópico como una chica en bikini haciendo sesiones fotográficas sobre la nieve?

Las babushkas lo saben todo. Mis dos babushkas han sido, son y serán una fuente inagotable de sabiduría. Las babushkas de otros también. Ellas, cuando hace buen tiempo, acostumbran a colocar sobre sus cabezas su pañuelo ortodoxo, sacar la silla a la calle, sentarse en corrillo para intercambiar información y mirar todo lo que sucede en el distrito y en el pueblo. Cuando hace frío miran a través de la ventana todo el día mientras tejen o hacen punto. Si algo ha sucedido en la zona, no dudes que la primera en saberlo antes que cualquier servicio de inteligencia estatal, será babushka.

Las babushkas están integradas en la sociedad eslava de manera inamovible. Son el recurso definitivo para nietos, padres, cualquier persona en apuros… no hay nada que ellas desconozcan y a menudo se convierten en el principal método para resolver problemas. La mayor parte de ellas terminan ocupando un lugar enorme e irreemplazable en nuestro corazón.

Poniéndonos en contexto, ¿qué podemos esperar nosotros de estas adorables babushkas en el país más grande del mundo, con interminables zonas rurales y una población de más de 140 millones de personas que parece inherente al vodka y otras bebidas alcohólicas? Historias. Historias ridículas. E historias increíbles. También historias estúpidas. Historias interesantes. Historias absurdas. En general, muchísimas historias. Babushka tiene tantas que contar…

Y aquí, la babushka rusa que todo lo sabe por cotilla, te va a contar muchas curiosidades de su barrio. Bienvenido a «la Rusia profunda».