Nadezhda y Michail

Michail lleva años felizmente casado, ama a su mujer locamente, tienen dos hijos de edad escolar. Para cualquiera parecen una familia totalmente normal… Pero en realidad están pasando una verdadera pesadilla y se encuentran al borde del divorcio. Alguien se había ido de la lengua. La vecina contó la verdad, voluntaria o involuntariamente.

Nadezhda, la mujer de Michail es una ama de casa, nunca ha trabajado, pues Michail era quien mantenía a la familia. Ganaba bien y siempre tenían todo lo que necesitaban, nunca les faltaba nada. Pero Nadezhda ni siquiera podía sospechar a qué precio lo conseguía su marido.

Michail decía ser técnico de electrodomésticos y trabajaba de manera presencial en las casas de sus clientes. Su horario también era normal, de 8 a 6, de lunes a viernes. Mientras Michail estaba fuera, Nadezhda se dedicaba a los hijos y al hogar.

Todo cambió de golpe cuando una vecina llamó a la puerta de la familia para entregar un sobre con dinero.

¡Qué suerte tienes, Nadezhda! Ya sabía que tu esposo era una máquina, pero no conocía hasta qué límite.” – dijo Agripina.

No sabía que también te reparó algo.” – respondió Nadezhda un poco sorprendida. Hasta donde ella sabía, su esposo no tenía pedidos en su vecindario recientemente, o al menos no se lo contó.

¡Oh, sí!” – Se rió Agripina. – “Me lo reparó muy bien todo por ahí, aunque quizás lo necesite otra vez algún día de estos para otra revisión bien profunda.” – Guiñó el ojo y se marchó.

Nadezhda se sintió algo confusa y decidió averiguar qué pasaba. Cuando su esposo volvió a casa le declaró que lo sabe todo esperando que de esta manera confesase su secreto si había algo que le escondía. Había mucho en realidad.

Me caí en las rodillas para rogarle perdón,” – contaba a continuación Michail. “Le decía que todo era para ganar dinero, nada más. En nuestra ciudad no había empleo, ¿Qué me quedaba por hacer? Tenía dos hijos pequeños que criar…

Resultó que Michail de verdad comenzó siendo un reparador de los electrodomésticos, pero el trabajo no le iba bien, apenas había pedidos, no ganaba lo suficiente. Un día visitó a una señora de unos 50 años de edad que afirmaba que su horno no se calentaba bien. Pero cuando Michail llegó, resultó que la mujer realmente se refería al horno que tenía más abajo del abdomen. Le ofreció al esposo de Nadezhda un dinero bastante considerable si aceptaba ocuparse de ella en la cama. Michail aceptó… Desde ese día no le faltaban “pedidos” ni dinero. La señora mayor se quedó tan satisfecha que lo recomendó a todas sus amigas y conocidas, difundiendo su número de teléfono.

Así seguía hasta ese siniestro día cuando Agripina tuvo la imprudencia de presentarse con dinero en la puerta de su casa.

No sé si algún día podría perdonarle sus mentiras.” – Comenta Nadezhda con un suspiro. – “Ahora mismo sólo los hijos nos mantienen juntos, si no ya me habría marchado probablemente.

Así es como un sucio secreto casi rompe una familia unida y querida. ¿Qué harías tú si estuvieras en el lugar de Nadezhda? ¿Crees que se puede perdonar algo así? Babushka cree que esto es una vergüenza y se retiró indignada mientras marcaba sospechosamente un número en el teléfono