Cómo entretenerse durante los largos inviernos

Cuando los días son cortos y las noches eternas, el invierno en Rusia no es solo una estación, sino casi un estado de ánimo. Con temperaturas heladas, el bullicio de los mercados navideños, y la nieve cubriendo cada rincón, los rusos tienen una lista de actividades y pasatiempos, algunos de ellos bastante curiosos, para combatir el frío y la oscuridad. Desde actividades tradicionales que se han transmitido por generaciones hasta pasatiempos modernos y sorprendentes, exploraremos algunas de las formas más entretenidas (y divertidas) en las que los rusos disfrutan los largos meses invernales. Los rusos ya están acostumbrados a las largas temporadas del frío y no se aburren, saben entretenerse durante los inviernos.

1. Juegos de mesa y contar historias en familia

Imaginen a la familia Ivanov en su acogedor apartamento de Moscú. Fuera, la nieve cae sin descanso, y el viento silba. La pequeña Dasha y su hermano Nikita, aburridos de la tele, deciden rescatar el viejo juego de mesa familiar, una tradición en muchos hogares rusos. Con la abuela Klavdia, a quien todos llaman cariñosamente “Babushka K”, en la cabecera de la mesa, comienza el juego: desde el popular juego de cartas “Durak” hasta “Monopolio soviético”, siempre se convierten en noches de risas y disputas amistosas. Entre partida y partida, Babushka K aprovecha para contar anécdotas de su juventud, de aquellos tiempos cuando no había internet y los vecinos se reunían en casa para compartir el té y las últimas noticias.

2. El arte de la escultura en hielo

En ciudades como San Petersburgo y Ekaterimburgo, el invierno ofrece una oportunidad única para los amantes del arte: la escultura en hielo. Cada año, competiciones locales y festivales de esculturas atraen a cientos de visitantes. Uno de los competidores, Vladislav, un carpintero de profesión, pasa todo el año esperando este evento. Al principio, solo lo hacía por diversión en su patio, tallando pequeñas figuras para sus hijos. Pero con el tiempo, su pasión fue creciendo, y ahora sus esculturas compiten en festivales. “Para mí, el hielo es un lienzo frío pero lleno de vida”, comenta Vladislav, mientras sus manos enguantadas dan forma a un majestuoso dragón de hielo.

3. Películas maratónicas al estilo ruso

El invierno también es la excusa perfecta para disfrutar de los famosos “maratones de películas rusas”. Imagínense a Sasha y su pareja, Natalia, sentados en el sofá, rodeados de mantas y bocadillos. Sasha ha descargado todo un repertorio de películas clásicas soviéticas, desde “Ironía del destino” hasta la saga de “Moscú no cree en lágrimas”. Con cada película, la nostalgia y las historias de tiempos pasados despiertan conversaciones sobre cómo la vida ha cambiado en Rusia y, entre risas, Sasha intenta imitar las frases y acentos de los personajes.

4. Baños de vapor al aire libre, una tradición helada

En las regiones rurales de Rusia, las familias y amigos se reúnen para una actividad que desafía las leyes de la naturaleza: los baños de vapor al aire libre, conocidos como “bania”. La tradición consiste en pasar un rato en una sauna caliente, para luego salir a darse un “chapuzón” en la nieve. Pavel, un hombre rudo de Siberia, invita cada invierno a sus amigos a una “noche de bania”. A pesar de las bajas temperaturas, todos acuden, listos para el ritual. Después de unos minutos en el vapor, los hombres salen, cubiertos solo por una toalla, y se revuelcan en la nieve como si fuera una refrescante piscina. Pavel siempre asegura que “la bania cura todos los males”, una frase que parece cierta cada vez que sus amigos se ríen mientras se enfrentan al frío glacial.

5. Bordado, crochet y otras artesanías

Para aquellos que prefieren actividades menos extremas, los largos inviernos son el momento ideal para dedicarse a las manualidades, como el bordado y el crochet. La babushka Zinaida, una anciana conocida en su pueblo por su habilidad con las agujas, ha enseñado a varias generaciones de mujeres (y a algunos hombres también) el arte de tejer. Cada invierno, ella organiza una “noche de crochet” en su casa. Con el aroma del té de frutas y los pastelillos recién horneados, Zinaida y sus “alumnas” se reúnen alrededor de la mesa, compartiendo consejos y patrones, creando desde bufandas hasta delicados encajes.

6. Deportes extremos sobre hielo

Para los más aventureros, el invierno ruso ofrece la posibilidad de probar deportes inusuales. Piotr, un joven amante de la adrenalina, se dedica al “kite-skiing” en los lagos helados de Karelia. Este deporte combina el esquí y el paracaidismo, y consiste en deslizarse por el hielo utilizando un gran cometa que se eleva con el viento. “Es una experiencia única. Te sientes como si volaras”, dice Piotr, quien cada invierno intenta superar su propio récord de velocidad en el hielo. Para él, el invierno es un paraíso de aventuras que pocos están dispuestos a probar, pero que él espera ansioso cada año.

7. Leer novelas y cuentos junto al fuego

Finalmente, el invierno es también una época para los amantes de la literatura. Muchas familias rusas aún conservan la tradición de leer juntos, y cada noche alguien de la familia elige un libro. Marina y su esposo Sergei prefieren las novelas clásicas de Tolstói o Dostoievski, y leen en voz alta mientras sus hijos escuchan fascinados. “Es nuestro momento especial”, comenta Marina, y asegura que es la mejor manera de hacer que los más pequeños se enamoren de la literatura. Esta costumbre, que muchos consideran un poco anticuada, sigue siendo el refugio perfecto para quienes buscan el calor de las palabras en medio del invierno helado.


Un invierno para cada gusto

Desde actividades tradicionales hasta pasatiempos modernos, los largos inviernos rusos se convierten en la oportunidad perfecta para explorar la creatividad, la adrenalina o simplemente para compartir momentos en familia. Porque si algo tiene el invierno ruso, es que nos recuerda que no hace falta mucho para entretenerse y que, en buena compañía, hasta el frío más intenso se vuelve llevadero.

¿Y tú? ¿Cuál de estas actividades te animarías a probar?

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